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La importancia del pH en el jabón que toca nuestra piel

        Piel

El pH de la piel es ácido, normalmente se encuentra entre 3.5 a 5.5; rango en el  que habitan aproximadamente 1,5 millones de microorganismos por centímetro cuadrado, los cuales se alimentan de la suciedad a la que se expone la epidermis todos los días. Estos microorganismos cumplen con una función benéfica para la piel, ya que secretan sustancias bactericidas que dificultan la colonización de microorganismos patógenos. Cuando se presenta algún cambio en el pH de la piel, ya sea alcalino o ácido, causado por el jabón que utilizamos, puede provocarse irritación o alteración de la flora bacteriana que habita en ella, facilitando así la colonización de microorganismos patógenos.

El jabón con un pH mayor a 8 sobresatura la capacidad buffer de la piel (propiedad de mantener estable el pH), con el riesgo de modificar su pH hasta 3 unidades, mientras que los jabones de pH neutro pueden hacerlo en menos de 1 unidad, por lo que se recomienda el uso de jabones con pH entre 7 y 8, de ahí la importancia de seleccionar un jabón que mantenga el equilibrio del pH natural de nuestra piel.

Una de las ventajas más importantes del empleo de jabones artesanales, radica en que se obtienen a partir de grasas vegetales saponificadas, las cuales son alcalinas por naturaleza. Es decir, todos los jabones en cuya elaboración se ha empleado aceite vegetal y sosa, dan como resultado una sal detergente junto a una glicerina hidratante obtenida durante la saponificación, la cual no se extrae del producto final, sino que funge como protector de la piel al disminuir el porcentaje de jabón que entra en contacto con la superficie cutánea.

Los jabones artesanales están considerados como cosméticos por su efecto detergente, debido a que disminuyen la tensión superficial del agua, permitiendo la aglomeración y aumento de la suciedad, manteniéndola en suspensión para facilitar su deshecho durante el lavado.

El jabón es alcalino por naturaleza, y al contrario de lo que algunas jaboneras industriales proponen, es imposible conseguir un jabón con un pH neutro sin agregarle agentes químicos para conseguirlo. Por otro lado, si se añaden reguladores de pH (ácido cítrico o láctico), para reducir la alcalinidad del jabón, la reacción que se obtiene no daría lugar para crearlo.

Por lo anteriormente expuesto, es fundamental invertir con inteligencia en el jabón que empleamos para nuestra piel, no sólo para mantener el balance adecuado de su pH, sino también para evitar el envejecimiento prematuro de la misma.

© Biorganical Care, S. DE R. L. MI

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